¿Qué es la depresión endógena?
La depresión es un trastorno mental que puede afectar a personas de cualquier edad y procedencia. Según la Organización Mundial de la Salud, se calcula que aproximadamente el 4,5% de la población mundial padece alguna forma de depresión. Aunque las mujeres en edad adulta tienen una mayor incidencia, este trastorno también se da en hombres, adolescentes y adultos jóvenes.
En lo que respecta a las distintas formas de depresión, la mayoría de la gente está familiarizada con la depresión común, también conocida como depresión exógena. Por otra parte, existe una forma menos conocida de depresión, que suele denominarse depresión endógena.
¿Qué es la depresión endógena?
La depresión endógena es una forma de depresión que se genera dentro del cerebro y no la desencadena ningún factor externo. Esto significa que no hay ninguna causa o problema externo que provoque que la persona se deprima. A diferencia de la depresión exógena, que se produce como consecuencia de un traumatismo o de un estrés prolongado, la depresión endógena no requiere ningún desencadenante externo para que se produzca.
Los expertos, neurólogos y psiquiatras que han estudiado este trastorno creen que es el resultado de factores genéticos y biológicos. Es posible que el trastorno se transmita de generación en generación y a menudo se desencadena por una situación o acontecimiento concreto. También es importante señalar que una combinación de predisposición genética y factores ambientales también puede contribuir al desarrollo de la depresión endógena.
Síntomas de la depresión endógena
Cuando se trata de los síntomas de la depresión endógena, suelen centrarse más en elementos vegetativos y anhedónicos (incapacidad para experimentar placer, pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades). En otras palabras, están relacionados con la falta de iniciativa y la inacción. Este tipo de trastorno depresivo se caracteriza por una marcada anhedonia o falta de alegría ante actividades que antes proporcionaban placer a la persona.
Otros síntomas de la depresión endógena son la falta de energía, la sensación de agotamiento y la disminución de la capacidad de concentración.
También suele producirse una pérdida total de interés por las actividades que solían proporcionar alegría a la persona.
Además, las personas que presentan esta forma de depresión pueden sufrir inquietud y ansiedad, insomnio y un sentimiento de tristeza.
Tratamiento de la depresión endógena
La buena noticia es que la depresión endógena puede tratarse con éxito.
Los tipos de tratamiento más utilizados para la depresión endógena son la psicoterapia, la terapia cognitivo-conductual y la medicación.
La psicoterapia y las terapias cognitivo-conductuales pueden ayudar al paciente a identificar patrones de pensamiento y comportamientos negativos y a aprender a modificarlos. Esto puede ayudar al paciente a romper el ciclo de la depresión y lograr una visión más positiva de la vida.
A menudo también se prescriben medicamentos a las personas con depresión endógena. El tipo de medicamentos que se prescriben depende de la gravedad y el tipo de depresión que experimente la persona.
Los antidepresivos, los tranquilizantes y los estabilizadores del estado de ánimo suelen recetarse para tratar la depresión y pueden ayudar a reducir los síntomas asociados al trastorno.
La depresión endógena es una forma de depresión que se genera dentro del cerebro y suele ser el resultado de factores genéticos y biológicos.
Es importante reconocer los síntomas de este trastorno para poder tratarlo adecuadamente.
La buena noticia es que la depresión endógena puede tratarse con éxito con psicoterapia, terapia cognitivo-conductual y medicación.
Si crees que puedes padecer esta forma de depresión, es importante que acudas a un médico para que te haga un diagnóstico adecuado y explore las opciones de tratamiento.En Mueve Salud tenemos un equipo de psicólogos y psicólogas que sin duda podrán ayudarte a superar o por lo menos, tratar la depresión endógena.