Cuidado de la salud mental durante el cambio de estación
Las estaciones cambian, lo que significa que los factores ambientales también cambian y esto puede tener un impacto considerable en la salud mental de las personas.
El cambio de estación es un reto para muchas personas que luchan por mantener la motivación e impulsar su bienestar mental.
El cambio de estación trae muchos cambios para la salud mental, especialmente en los meses de otoño e invierno. Para dar consejos sobre cómo alcanzar el equilibrio mental, es importante entender cuáles son los factores ambientales que pueden afectar la salud mental, así como los posibles tratamientos.
Factores ambientales que afectan la salud mental
La primera consideración con respecto al cambio de estación es la luz solar. En otoño e invierno, se produce menos luz solar, lo que significa que los niveles de vitamina D en el cuerpo disminuyen. Esto afecta el ritmo circadiano y la producción de melatonina, lo que puede causar fatiga, depresión y baja energía. La escasez de luz solar también puede afectar la actividad cerebral, lo que a su vez puede afectar la memoria a corto plazo y la capacidad para concentrarse.
Otros factores que afectan los niveles de salud mental durante otoño e invierno son el frío de la estación, que puede afectar el bienestar físico, así como los niveles de humedad, que pueden desencadenar síntomas de depresión y ansiedad. También existe una fuerte correlación entre los cambios estacionales y la alimentación. Muchas frutas y verduras son difíciles de encontrar y los precios de la comida procesada aumentan en muchas áreas durante esta época del año, lo que afecta la nutrición general. La nutrición empeora durante otoño e invierno, lo que afecta la salud mental, al igual que la actividad física, que tiende a disminuir durante las estaciones más frías.
Actividad física, ejercicio y bienestar
En términos de actividad física, el ejercicio por sí solo puede tener un gran impacto positivo en la salud mental. El ejercicio aumenta los niveles de serotonina y dopamina, responsables del bienestar general y las actitudes positivas. El ejercicio también es una excelente forma de reducir el estrés y mejorar la capacidad de concentración y la energía.
Durante otoño e invierno, haciendo ejercicio en el interior o al aire libre durante al menos 30 minutos al día, tres veces a la semana, puede ser una fantástica forma de mantener el impulso del bienestar.
Consejos rápidos para mantenerse a salvo durante el cambio de estación
- Dormir lo suficiente.
- Mantener una dieta saludable.
- Ejercitarse al menos tres veces a la semana.
- Tomar suplementos de vitamina D.
- Pasar tiempo al aire libre.
- Barnizar los vidrios para bloquear la luz solar.
- Mantenga sus rutinas diarias.
- Permanecer conectado con familiares y amigos.
Destinar al menos 30 minutos al día a actividades tranquilas, como meditación, yoga, relajación o lectura.
Entender la relación entre el cambio de estación y la salud mental es primordial para un cuidado adecuado. Si bien el cambio de estación puede ser difícil para muchas personas, es posible crear un equilibrio mental usando algunas técnicas sencillas. Si se sigue la estrategia adecuada para el cuidado de la salud mental durante el cambio de estación, existe la posibilidad de mantener los niveles de bienestar general y sentirse mejor mental y físicamente.
La clave es buscar ayuda si los síntomas persisten y recordar que la alimentación y el ejercicio son clave para mantener el equilibrio durante el cambio de estación.