Llega la época del verano, sol, calor y queremos salir de vacaciones pronto para irnos a la plata a disfrutar de unas merecidas vacaciones junto a la familia.
Pero algo inesperado ocurre…
Tu o integrante de tu familia se resfría. Y la pregunta surge de inmediato: ¿Por qué nos resfriamos si es verano?
A medida que aumenta el calor, también aumenta el número de personas que se resfrían o tienen gripe. En esta publicación hablaremos de las razones por las que nos resfriamos en verano, así como de algunas formas de prevenirlos.
Calor y humedad
Una serie de factores están implicados en el mayor riesgo de contraer un resfrío. Uno de los más importantes es el cambio de temperatura y los niveles de humedad.
Cuando el aire es más cálido y húmedo, las bacterias y los virus empiezan a multiplicarse y prosperar rápidamente. Esto es lo que lleva al desarrollo de un resfriado: el sistema inmunitario intenta combatir la infección, pero no está equipado para manejar las condiciones.
Además, el clima más cálido suele significar que se pasa más tiempo al aire libre, lo que supone una mayor oportunidad de exposición a los virus transmitidos por el aire.
Por último, el efecto tranquilizador del calor también puede hacernos más susceptibles de sentirnos mal.
En resumen, los resfriados de verano son principalmente el resultado de las temperaturas más cálidas y el aumento de la humedad.
Las temidas infecciones virales
Las infecciones virales son la causa más común de los resfriados en verano, y pueden estar causadas por diversos virus, como los rinovirus, el virus respiratorio sincicial (VRS) y los virus de la gripe.
Las personas con sistemas inmunitarios vulnerables pueden ser más propensas a desarrollar síntomas de una infección si no están sanas o bien descansadas. Además, las personas con problemas socioeconómicos o sin hogar pueden tener un mayor riesgo de contraer estas infecciones virales debido a las malas prácticas de higiene, la falta de acceso al agua potable y el acceso a superficies como los aseos públicos, que suelen ser poco higiénicos.
Independientemente de cómo se enferme la gente durante la temporada de verano, es importante mantenerse hidratado, llevar muchas capas de ropa y evitar exponerse a personas que estén tosiendo o estornudando.
Las bacterias en las temperaturas cálidas
El resfriado, o infección viral, suele estar causado por unos gérmenes llamados rinovirus.
Estos virus necesitan un clima cálido para multiplicarse, y prosperan en condiciones húmedas y cálidas. Esto significa que los resfriados son más frecuentes durante el verano, cuando la gente está al aire libre en climas más cálidos.
Además del calor y la humedad, el otro factor que interviene en la propagación de los resfriados es la presencia de otros gérmenes. Los miembros de una misma familia o clase de bacterias suelen compartir rasgos similares, lo que significa que es más probable que se infecten unos a otros cuando están cerca.
Estos virus necesitan un clima cálido para multiplicarse, y prosperan en condiciones húmedas y cálidas.
Por eso los resfriados son tan contagiosos, y por eso siempre es fundamental tomar precauciones para no enfermar. Evitando los lugares concurridos y aplicando buenas prácticas de higiene de manos, puedes ayudar a protegerte de los resfriados, incluso en pleno verano.
Poros de la piel abiertos
Puede que el invierno sea la estación de la tos y los resfriados, pero el verano también trae su parte de resaca.
¿A qué se debe esto? La respuesta está en los poros de la piel.
La primavera y el verano son épocas de mayor actividad para el sistema inmunitario humano, ya que el tiempo es cálido y hay más gente al aire libre. Esto hace que la piel sea vulnerable a las infecciones, y el resultado es el resfriado común.
Los virus del resfriado, como el usual, entran en el cuerpo a través de pequeños cortes o arañazos en la piel. Los virus viajan entonces por el torrente sanguíneo, atacando las células respiratorias por el camino.
El resultado es un resfriado.
Sin embargo, también hay otros factores en juego.
Una posibilidad es que la gente tiende a resfriarse más a menudo en verano debido al clima más cálido.
Otra posibilidad es que la gente tiende a disfrutar más de un resfriado que de una fiebre o un dolor de cuerpo, porque el resfriado se siente mucho peor.
O podría ser que la gente simplemente se resfría más en verano, independientemente de las demás variables.
Puede que nunca se entienda del todo la razón de los resfriados en verano, pero una cosa es segura: todos tenemos que cuidarnos mejor en el verano.
Por eso debemos prestar atención al entorno en el que vivimos. Tomando algunas medidas sencillas (y no tan sencillas), podemos contribuir a ser más respetuosas con las altas temperaturas.
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¿Cuál es la diferencia entre un virus, una bacteria y un hongo? ¿Por qué es importante? ¿Y cómo afecta a tu salud? En este artículo, hablaremos de algunos tipos comunes de virus, bacterias y hongos y de cómo afectan a tu salud. También proporcionaré información sobre cómo prevenir, diagnosticar y tratar estas infecciones usuales. ¡Mantente saludable!
Cuáles son los distintos tipos de adenovirus que pueden causar enfermedades
Hay muchos tipos diferentes de adenovirus, y cada uno puede causar un tipo diferente de enfermedad. En general, dos de los adenovirus más comunes son el virus respiratorio sincicial (VRS) y la gripe A o B.
El VRS causa principalmente síntomas similares a los del resfriado, mientras que la gripe puede causar fiebre, dolores y cefalea. Ambos virus pueden provocar neumonía, pero el VRS tiene más probabilidades de causar una enfermedad más grave.
Otro tipo común de adenovirus es el virus asociado al adeno (AAV). El AAV puede causar una enfermedad de leve a moderada en los adultos y una enfermedad cutánea y sistémica en los niños. Suele transmitirse de persona a persona a través de un contacto estrecho.
Cómo se transmiten los adenovirus y cómo pueden evitarse
Los ADENOVIRUS son virus monocatenarios con envoltura que pueden causar infecciones respiratorias tanto en humanos como en animales.
Los adenovirus tienen la enzima anubis luciferasa (AL) en su superficie, lo que les permite infectar células y replicarse. Los virus suelen propagarse por contacto con fluidos corporales, como la saliva, la orina y las heces. Otra vía de transmisión es a través de las picaduras de garrapatas. En raras ocasiones, los virus pueden transmitirse de persona a persona a través de gotitas en el aire. Hay muchas cepas diferentes de adenovirus, y cada una tiene sus propios síntomas específicos.
Algunas provocan congestión nasal, mientras que otras pueden causar dolor de garganta o infecciones respiratorias. La mejor forma de prevenir los adenovirus es practicar una buena higiene y evitar el contacto con personas enfermas. Cuando te expongas al adenovirus, es importante que actúes rápidamente evitando el contacto con otras personas y lavándote las manos con frecuencia.
Síntomas de una infección viral y tratamiento
Las infecciones virales están causadas por virus, que son pequeños organismos que no pueden verse a simple vista.
Los virus entran en el cuerpo a través de roturas en la piel, como arañazos o mordeduras. Una vez dentro, los virus empiezan a invadir las células del cuerpo y a multiplicarse.
Según el tipo de virus, los síntomas pueden ser leves o graves y pueden durar hasta una semana. Los síntomas más comunes de las infecciones virales son estornudos, tos, expectoración de mucosidad, secreción nasal, dolores de cabeza, dolores corporales, fatiga, fiebre, sensación de malestar.
Formas más comunes de gripe y su tratamiento
Cualquiera que haya tenido la gripe puede decirte que puede ser agotador.
Puedes sentirte febril, tener músculos adoloridos y experimentar congestión nasal y estornudos.
Aunque normalmente sólo te duele y te sientes mal durante unos días, la gripe a veces puede provocar complicaciones más graves, como la neumonía o incluso la muerte. Entonces, ¿cuáles son las formas más comunes de gripe y cómo se pueden tratar?
La gripe está causada por un virus, y hay muchas cepas diferentes que circulan cada año. Estas cepas pueden variar en gravedad y tiempo de aparición.
Las formas más comunes de gripe son la gripe A y la gripe B. Ambos virus provocan síntomas respiratorios, como tos, congestión y estornudos. Sin embargo, la gripe A suele causar síntomas más graves.
Para obtener los mejores resultados del tratamiento, es importante saber cuándo hay que buscar atención médica para los síntomas de la gripe.
Los síntomas como la fiebre, la tos, el dolor de garganta o los vómitos deben provocar una visita al médico. Tanto la gripe A como la B pueden provocar complicaciones como la neumonía o incluso la muerte. Así que si te sientes mal, asegúrate de acudir al médico de inmediato.
Protegernos de la gripe y de su contagio
La gripe es una infección viral muy contagiosa que puede provocar síntomas como fiebre alta, tos, dolor de garganta y secreción o congestión nasal. Aunque la gripe puede ser un grave riesgo para la salud, también puede transmitirse fácilmente de persona a persona. Por tanto, es imprescindible que tomes medidas para protegerte de la gripe y de su transmisión. He aquí algunos consejos:
En primer lugar, es importante que practiques una buena higiene lavándote las manos con frecuencia y a fondo. También debes evitar tocarte los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar. Utilizar jabones y toallitas antibacterianas es también una buena forma de evitar la propagación de gérmenes.
También debes asegurarte de descansar lo suficiente y mantenerte hidratado. Descansar lo suficiente ayuda a tu cuerpo a combatir la gripe, mientras que beber mucha agua te ayuda a mantenerte bien hidratado durante el transcurso de la enfermedad.
Si estás enfermo y estás cerca de otras personas, se recomienda que mantengas las puertas cerradas y evites estar cerca de personas que estén tosiendo o estornudando, o podrías acabar infectándolas.
Por último, si tienes previsto salir en público, es mejor que lleves la mascarilla/respirador/N95 y que te cubras la tos/estornudos con un pañuelo de papel. Tomando estas sencillas medidas, puedes ayudar a protegerte de la gripe y de su transmisión.
Los adenovirus son un grupo de pequeños virus de ADN de doble cadena que son muy contagiosos y suelen causar infecciones respiratorias. Pueden contagiarse a través del contacto con las secreciones respiratorias, como los estornudos y la tos.
Los individuos no infectados no suelen desarrollar síntomas, pero las personas infectadas pueden experimentar tos, fiebre alta y dolor de cabeza. Los adenovirus también se consideran una causa de gastroenteritis. Las ventajas de los adenovirus sobre otros virus son su capacidad de propagación rápida, su capacidad de causar una amplia gama de síntomas y su alta infectividad.
Sin embargo, también son muy resistentes a muchos antivirales y pueden causar discapacidades de por vida y la muerte. Dada su propensión a causar graves problemas de salud, los adenovirus deben discutirse con los pacientes y las familias que corren el riesgo de contraerlos.
Los adenovirus, los virus de la gripe A y B y el virus sincicial pueden causar infecciones respiratorias. Si tu, tu hijo o hija muestra signos de infección respiratoria, es importante que lo lleves al médico lo antes posible. Hay diferentes tipos de tratamientos disponibles para ayudar a curar la infección de tu hijo y ayudarle a recuperar la salud lo antes posible.
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Compartimos con ustedes un artículo de la agrupación española “Ser Cuidador”, donde hablan de la importancia de evitar las heridas o escaras en enfermos postrados.
“Hace unos días hablábamos de la necesidad de realizar cambios posturales en las personas encamadas para prevenir la aparición de úlceras y/o escaras, cada 2 o 3 horas y durante las 24h del día.
Para facilitar el control y seguimiento de los cambios posturales, especialmente en los casos en que el cuidado se comparte entre varias personas, hemos preparado la siguiente HOJA DE REGISTRO para facilitaros el seguimiento. Os recomendamos realizar copias de la plantilla e ir anotando las horas en las que se realicen los cambios de postura y la posición elegida.”
El Síndrome del Cuidador/a es un trastorno que puede afectar a las personas que desempeñan el rol de cuidador/a de una persona con dependencia, postrado. Se caracteriza por el agotamiento físico y psíquico del/la cuidador/a.
A continuación les presentamos la escala de Zarit (versión reducida) que se utiliza para medir la sobrecarga del cuidador, para que ustedes mism@s puedan hacer una primera evaluación de su situación.