Impacto emocional del “síndrome del nido vacío”, cuando los hijos van de la casa
A medida que tus hijos crecen y se independizan, la casa que antes estaba llena de actividad puede empezar a sentirse vacía. A menudo se habla de “síndrome del nido vacío”. Cuando los hijos se van de casa para seguir estudiando, los padres pueden pasar por un periodo de duelo mientras asimilan el cambio.
Sin acceso directo a sus hijos, muchos padres pueden empezar a sentirse solos, estresados y sin propósito. Aquí tienes información sobre cómo gestionar estos sentimientos, así como sobre la forma de abordar estos cambios, cuando los hijos se van de la casa en busca de su futuro.
Entender el síndrome del nido vacío
Una vez que los hijos se van de la casa, se vuelven más independientes y dejan de formar parte de la rutina diaria de sus padres. Es entonces cuando puede aparecer fácilmente el síndrome del nido vacío. Este síndrome es un término utilizado para describir la tristeza, la soledad y la ansiedad que pueden sentir los padres cuando sus hijos se van de casa para vivir solos. También puede ir acompañado de otras emociones como alivio, ansiedad, frustración y confusión.
Cómo afrontar el síndrome del nido vacío
Unos diversos mecanismos de afrontamiento pueden ayudar a los padres a superar las crudas emociones de la marcha. Ante todo, deja que el dolor siga su curso. Puede ser más fácil decirlo que hacerlo, pero puede ser muy terapéutico expresar tus sentimientos, ya sea en forma de diario o hablando con alguien de confianza. También es importante que los padres se mantengan ocupados e intenten incluir algunas actividades en su rutina diaria, como salir a pasear o probar nuevas aficiones. Igualmente, puede ayudar buscar grupos de apoyo y participar en tu comunidad para conocer gente nueva que comparta tus experiencias.
Acercarse a los cambios
Un mal hábito en el que caen muchos padres es anticiparse demasiado a la vuelta de su hijo a casa. Aunque está bien alegrarse cuando tu hijo vuelve a casa de visita, es crucial que los padres asuman el hecho de que las cosas han cambiado. Puede ser útil reflexionar sobre tus propias experiencias cuando te fuiste de casa. Recuerda las emociones que sentiste y las experiencias que viviste. Esto puede ayudar a los padres a comprender mejor los sentimientos de sus hijos y a poner las cosas en perspectiva.
Ser consciente de los beneficios
Los padres deberían meditar sobre los beneficios de la situación. Aunque no siempre es fácil desprenderse de tu hijo adulto, éste tendrá la oportunidad de descubrir sus propias habilidades e intereses. Es importante que los padres recuerden que han hecho todo lo posible por criar a su hijo para que se convierta en un adulto independiente, y ahora es el momento de que le dejes desplegar sus alas y ver adónde le lleva la vida. Dedicar tiempo a sentirte orgulloso de la persona en que se ha convertido tu hijo y a esperar con ilusión las nuevas experiencias puede ser una forma útil de superar los sentimientos del “nido vacío”.
Superar el “síndrome del nido vacío” no suele ser un proceso fácil: puede ser un momento emotivo, pero también puede ser un momento de grandes oportunidades. Si reflexionas sobre tus propias experiencias, te mantienes ocupada y mantienes la mente abierta en lo que se refiere al futuro de tu hijo, puedes trabajar hacia un lugar de aceptación e incluso de entusiasmo por el nuevo capítulo. Recuerda ir poco a poco y centrarte en los aspectos positivos puede ser de gran ayuda.